Crimen de Romina: las cámaras hubieran sido una prueba clave, pero no funcionan

Los familiares de Romina Aramayo y sus abogados se reunieron ayer con el fiscal Carlos Farfán, que investiga el crimen de la joven, que fue hallada muerta en abril con signos de haber sido violentamente atacada a golpes. Alejandro Gurrieri, el abogado que representa a la familia, dijo a El Submarino que las cámaras de seguridad instaladas por el Estado provincial no funcionan, lo que constituye un obstáculo clave para la investigación. «Hubiera sido una prueba elemental», indicó. 

“Fue una reunión cordial y respetuosa donde los familiares desde el dolor expresaron su preocupación por la falta de detenidos”, relató Gurrieri, y agregó que el fiscal “expresó los pormenores y la complejidad de la causa”.

 El abogado puso el acento en “los obstáculos” que aparecen a la hora de investigar los hechos. como ejemplo, mencionó que las cámaras de seguridad, que son responsabilidad del Estado provincial, no están funcionando, a pesar de estar instaladas. “Las cámaras hubieran sido una prueba elemental”, advirtió Gurrieri.

 Respecto del trámite investigativo, precisó que se ordenaron allanamientos y se tomó declaración testimonial a los empleados del Wolf Night Club, el local donde trabajaba Romina. Dijo además que el fiscal recién ayer tomó conocimiento de quién es el dueño del local, información a la que accedió gracias a la Fundación María de los Ángeles, creada por Susana Trimarco en Tucumán tras la desaparición de su hija, Marita Verón, y que se dedica a rescatar mujeres víctimas de trata y explotación sexual.

 “El fiscal manifestó que si encuentra elementos va a citar a declarar al dueño del local”, dijo Gurrieri.

 Los padres de Romina Aramayo habían señalado la importancia de que se investigara a la amiga de la joven. Al respecto, Gurrieri explicó: “Hay una contradicción entre la primera declaración y las posteriores. Lo que ocurrió es que en su primera declaración simplemente quería ocultar la actividad que realizaba, pero después lo admitió. No digo que no pueda ser sospechosa, pero por ahora el fiscal no tiene motivos para imputarla”.

 El abogado dijo que la familia de Romina Aramayo quedó conforme con el encuentro, pero que el fiscal Farfán se molestó por la marcha realizada ante su juzgado, a la que consideró agresiva. “Fue una marcha pacífica, más allá de que siempre hay agitadores que pueden tornar violentas estas situaciones”, comentó Gurrieri.