Por José Luis Politi. Dos alternativas se miden a solo dos semanas de las legislativas del próximo 27 de octubre, en lo que podría ser una bisagra en la historia política de Jujuy. La primera es que nada cambie y se mantenga el reparto del poder entre los dos partidos tradicionales. La segunda, que despierta más que interés, implica la entrada de nuevos actores políticos y sociales.
La polarización electoral reina en Jujuy desde la instauración de la democracia. En esta oportunidad, varios sectores de la ciudadanía pensante creen que llegó la hora de que el poder político se reparta más, por lo que buscan que ingresen en la Legislatura otras voces. Es gente que ya no quiere más que solo haya justicialistas y radicales, sino que quiere voces que representen un abanico más amplio. Más allá de las ganas, hay motivos para creer que puede pasar lo segundo.
En los partidos mayoritarios locales, como el PJ y la UCR, la oferta electoral es más de lo mismo. Algunos candidatos parecen ser que se van a atornillar a sus bancas, como por ejemplo la nueva-vieja oportunidad de Alberto Bernis y Pablo Baca, de un lado, y Guillermo Snopek y Patricia Arach, del otro.
En el caso de los candidatos al Congreso Nacional, el del Frente Jujeño, Mario Fiad, es bueno en esto, pero lo arrastra para abajo la lista de aspirantes a diputados provinciales. El oficialista Héctor Tentor, más allá de algún esfuerzo, aún no lo alcanza, aunque está un poco más cerca, a unos cuatro puntos.
En tanto, otros frentes y partidos políticos buscan romper el piso e instalar, por cuatro años, otras voces. Por derecha, Dago Pubzolu; por izquierda, Alejandro Vilca y Carlos Aramayo, y desde el oficialismo nacional, como Milagro Sala, con el Frente Unidos y Organizados para la Soberanía Popular, que en su primera intervención electoralista promete no solo sentarse ella, con todo lo esto que implica, sino entrar acompañada de otros candidatos de su lista. Es una fuerte apuesta que protagoniza la dirigente nacional, a todo o nada, con visión al 2015.
La intención del votante común, del simple ciudadano o ciudadana que se va a levantar el domingo 27 para sufragar, es la de instalar a otros actores de la vida pública y política de la provincia, lo cual es muy valedero. Sobre todo, porque es la hora exacta de romper con la polarización, más allá del gusto de algunos sectores que quieren mantener el bipartidismo. Peronistas y radicales, oficialistas y opositores, saben en silencio que será difícil sostener el status quo, pues hay muchos actores —y sobre todo electores— que pretenden otra cosa.
En las primarias se vio con claridad, más allá de los resultados, que la gente quiere más participación a través de sus elegidos, y la entrada a escena de otras fuerzas políticas haría de esta una democracia más representativa.
El Frente Unidos y Organizados no jugó en las PASO, pero ahora gana un rol protagónico. Los números mostraron que varios pudieron superar la barrera de las primarias, pero no será lo mismo con la aparición de esta fuerza. Con sus 45.000 afiliados puede sumar votos al oficialismo a nivel nacional, pero en el ámbito local puede perjudicar tanto al peronismo como al radicalismo vernáculo e instalarse en la Legislatura, ya con miras a la gobernación 2015, como tiene ideado Sala.
El gobernador Eduardo Alfredo Fellner y el capitoste del partido centenario, Gerardo Morales, no quieren saber nada con que los ciudadanos tengan la osadía de votar no solo a “la Mili” sino tampoco a otras alternativas, pues rechazan la idea de que haya actores en la Legislatura jujeña que no sean de los partidos mayoritarios.
Pueden aceptar a peronistas díscolos y radicales rebeldes (¿hay alguno…?), pero de ninguna manera de otro sector político, muchos menos si provienen de la izquierda y del campo popular. Prefieren a sectores como el Frente Primero Jujuy o el PRO.
Lo paradójico es que Fellner necesita imperiosamente (y lo sabe) que Sala haga una buena elección y aporte lo suyo para que lleguen Héctor Tentor y Silvina Sadir a la cámara de Diputados de la Nación. ¿Ya se lo pidió o espera que lo haga algún funcionario nacional con llegada a la fuerte líder de la Tupac Amarú? Si nadie habló con Sala, tendrá que ser él quien le diga: “Necesito tus votos para llevar diputados jujeños K”.
Son más de 478.000 jujeños y jujeñas los que están obligados a votar el próximo 27. Ojalá muchos estén pensando en estos días en que tienen el poder de llevar a la Casa de Piedra hombres y mujeres de otros sectores políticos. Que se haga decisión, la voluntad del soberano, que es el pueblo.