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Para enfrentar la pandemia y reforzar el sistema de salud, el gobierno convocó a más de un centenar de enfermeros y enfermeras que no estaban trabajando, algunos recibidos el año pasado. Hubo quienes se incorporaron en marzo, otros en los meses siguientes. Las contrataciones se hicieron de manera verbal, incluso telefónica. Nadie cobró nada todavía. Solo algunos pocos recibieron un adelanto de 20 mil pesos que, les dijeron, tendrán que devolver cuando cobren. Tampoco tienen cobertura médica ni les realizan los test para detectar posibles contagios de coronavirus.
Son cerca de 150 enfermeros y enfermeras que todos los días trabajan en el servicio de terapia intensiva del Hospital San Roque. A juzgar por la falta de contrato y de ingresos, podrían ser considerados, directamente, voluntarios. Pero no fue así como los convocaron.
En el informe del COE de este domingo, el gobernador Gerardo Morales adelantó una serie de medidas como aumentos salariales y bonos adicionales para el personal de salud. Sin embargo, este personal de enfermería queda afuera de cualquier anuncio, ya que ni siquiera han firmado un contrato al momento de su incorporación.
«No tenemos ningún beneficio, ni bono ni nada. Algunos no cobramos desde junio, pero otros vienen así desde marzo», explicó una de las enfermeras en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5).
En todos los casos se trata de personal que se desempeña en el servicio de terapia intensiva. «Atendemos pacientes con respiradores, manejamos la maquinaria, movilizamos al paciente, nos ocupamos de lo farmacológico», describió la enfermera.
«Exigimos que se nos pase a un contrato estable, firmar un papel donde se establezcan los beneficios, porque desconocemos las pautas bajo las cuales estamos trabajando porque todo se hizo vía telefónica, verbalmente», agregó.
En este marco de máxima precariedad laboral, tampoco cuentan con obra social o cobertura médica para ellos mismos.
Y respecto de su propia salud, advierten que tienen que autoaislarse porque «no sabemos si podemos estar contagiados porque no nos hacen el hisopado», y relatan que «algunos colegas se aislaron 14 días y volvieron a trabajar sin tener el negativo confirmado».
Otra de las enfermeras que se manifestaron esta mañana en la plaza Belgrano se refirió a los elementos de protección personal que les proveen para hacer su trabajo: «Contamos con los elementos, pero muchos no reúnen las condiciones de seguridad. Nosotros tenemos que continuar cuidando pacientes, pero las batas son traslúcidas, no nos protegen del virus, es lo mismo que nada. Hacemos aspiración de secreciones, así que estamos en contacto directo con el virus».
