El juez de control penal Gastón Mercau ordenó el cese de detención de Nicolás Villarroel, por estar más de cuatro años detenido, sin juicio, por el femicidio de su expareja Romina Aramayo en 2014. Estuvo preso desde 2020, cuando ya habían transcurrido seis años del femicidio.
La liberación del femicida se fundamenta en que se cumplieron los plazos de detención como lo establece el Código de Procedimiento Penal, sin que se fijara fecha del inicio del juicio contra el asesino de la joven.
Entre marzo y abril de 2023 iba a comenzar el juicio oral contra tres personas procesadas por el femicidio de Romina Magalí Aramayo.
Por aquel entonces, la familia de la joven recibió con «sorpresa» los resultados de las pericias al teléfono del principal acusado, la pareja de Romina, porque, aseguran, los mensajes que habían sido borrados «son clarísimos» respecto de su participación en el crimen.
«Nos sorprendió bastante el giro que dio la causa», señaló Pamela en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), en referencia a las pericias que se realizaron sobre el celular de la expareja de Romina, que habían sido solicitadas por el padre de Romina, Juan Aramayo, que falleció en 2019.
La familia Aramayo no acusa al exnovio de Romina de haber sido el autor material del femicidio. «Pero él sabe quién fue, adónde fue mi hermana, con quién se fue a encontrar ese día», aseguró Pamela, y agregó: «Tantos años vio a mi papá y a mi mamá sufriendo, llorando, y nunca dijo nada».
Después de la navidad de 2022, la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Contra la Integridad de las Personas y Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), a cargo de Diego Cussel, formuló requerimiento de citación a juicio para tres personas, tras cumplir la investigación penal preparatoria, del homicidio de Romina Magali Aramayo.
Villarruel estaba imputado por los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la participación de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por el vínculo y por la violencia de género en concurso real».
También el exsubcomisario Osvaldo Gabriel Zapana, quien por ese tiempo se desempeñaba como titular de la entonces División Trata de Personas y Leyes Especiales de la Policía de la provincia), como probable autor del delito de «encubrimiento agravado», y Yesica Andrea Pantoja (amiga y compañera de trabajo de la víctima), como probable autora de los delitos de «falso testimonio y encubrimiento agravado».
Requisitoria fiscal
Romina Magalí Aramayo fue encontrada sin vida durante la mañana del jueves 10 de abril de 2014 en las inmediaciones del dique Los Molinos, tras ser denunciada como desaparecida cinco días antes. Sufrió una violenta muerte por la violación y traumatismo encéfalo craneal grave.
Según la fiscalía el viernes 4 de abril de 2014, en horas de la noche, Villarruel acompañó a la víctima, Romina Aramayo, hasta la terminal de ómnibus de Libertador General San Martín, a los fines de que la misma, en compañía de Yésica Pantoja (imputada en esta causa por encubrimiento), se trasladen a San Salvador de Jujuy.
Nicolás Villarruel le habría pedido a su pareja que en San Salvador de Jujuy se reuniera al día siguiente con una arquitecta, la cual le efectuaría un pago adeudado por la suma de 15 mil pesos por el arreglo de un ascensor en Libertador.
Los padres de Aramayo al enterarse de su viaje a San Salvador de Jujuy, la llamaron por teléfono y ella les habría manifestado que lo hacía por su propia voluntad, para cobrar el dinero que una supuesta arquitecta le debía a su entonces pareja.
Al día siguiente, sábado 5 de abril de 2014, alrededor de las 13.30, Romina Aramayo se habría dirigido al lugar donde debía encontrarse con la arquitecta y nada más se supo de ella hasta el jueves 10 de abril de 2014, cuando fue hallada sin vida cerca de un canal derivador del dique Los Molinos.