A la tradicional marcha de los miércoles protagonizada por jubilados se sumaron sectores de lo más diversos, incluidos médicos del Hospital Garrahan, en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner. De la zona de Congreso marcharon hacia la Plaza de Mayo, mientras algunos grupos se desplazaban luego hasta la casa de la expresidenta, en el barrio de San Telmo.
Miles de manifestantes se reunieron por la tarde en una movilización que nucleó varios reclamos: al pedido de aumento en los haberes de los jubilados de todos los miércoles, y a la protesta de los trabajadores del Hospital Garrahan, científicos y universitarios, se sumó en esta oportunidad el repudio al fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena a la expresidenta Cristina Fernández Kirchner en la Causa Vialidad.
El Congreso, habitual escenario de la protesta de los miércoles, amaneció rodeado de un fuerte operativo policial. Desde allí, los manifestantes optaron por marchar por Avenida de Mayo hacia la Casa Rosada. Se dio una situación inédita cuando el cambio de rumbo de las columnas obligó a los uniformados a girar sobre sus pasos y comenzar, ellos también, a avanzar hacia el sur. Por la gran cantidad de gente, los policías terminaron caminando por las veredas mientras la gente ganaba el asfalto cantando «la calle es nuestra lpqtp».
MILES DE PERSONAS se dirigen hacia Casa Rosada CORTANDO TODAS LAS CALLES en apoyo a los jubilados y contra la proscripción a Cristina pic.twitter.com/FBLr9hNHMd
— Arrepentidos de Milei (@ArrepentidosLLA) June 11, 2025
Así, confluyeron jubilados y jubiladas, militantes autoconvocados y columnas de la UTEP, el movimiento Patria Grande, ATE, sindicatos docentes universitarios y centros de estudiantes de la UBA, entre otros grupos.
Cerca de las 16, aún en la zona de Congreso, se vivieron momentos de tensión cuando la policía avanzó sobre los manifestantes, tal como lo viene haciendo cada semana.
El horno no está para bollos, a nada de que vuele todo por los aires 🔥🔥 pic.twitter.com/iIGLEEYres
— Soledad Gimenez (@gisoleok) June 11, 2025
En la Plaza de Mayo, los trabajadores del Hospital Garrahan llevaron almohadones a los que le practicaron, a modo de intervención artística, una Reanimación Cardiopulmonar (RCP). «Estamos pidiendo mejora salarial, porque estamos por debajo de la línea de pobreza. Enfermeros, instrumentadores quirúrgicos, médicos, todos los profesionales estamos unidos en esta lucha», dijo desde Plaza de Mayo Camila, licenciada en enfermería.
«Estoy acá en apoyo a Cristina y en contra de la proscripción. Ella me cambió la vida. Soy un pibe que vino de Misiones, llegué acá en la crisis del 2001 con mis viejos, fui a parar a una villa de emergencia, no terminé el secundario y luego llegó un gobierno democrático y popular como el de Cristina que me invitó a terminar el secundario, me becó, ingresé al trabajo en blanco y luego pude pertenecer a esa clase trabajadora», destacó uno de los manifestantes que se acercó a la plaza para repudiar la decisión de la Corte Suprema.
En la Plaza de Mayo confluyeron, además de los trabajadores del hospital Garrahan y organizaciones de jubilados, el gremio de los médicos de la provincia de Buenos Aires (Cicop), la Asociación de Profesionales del Servicio Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (APSS), la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), el sindicato docente porteño Ademys, la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA), el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), la junta interna de ATE- Indec, despedidos de la empresa eléctrica SECCO, trabajadores del INTA bajo amenaza de despidos, centros de estudiantes y organizaciones políticas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (PO, MST, PTS, IS) y de Nuevo Encuentro, entre muchas otras organizaciones.
En el acto se denunció la política represiva del gobierno, la decisión de la Corte Suprema de Justicia y, en el marco de un festival organizado por el Garrahan como parte de su plan de acción que incluyó también una clase de RCP, dieron a conocer la respuesta del gobierno que no se presentó a la audiencia conovcada por la Secretaria de Trabajo, y, lejos de buscar una salida al conflicto, anunció el descuento de los días de paro a los trabajadores y el despido de 110 trabajadores del Hospital Posadas.
Entre las consignas que más se leyeron en carteles improvisados a mano lucía la de “unificar las luchas”, un reclamo y a la vez una denuncia dirigida a la CGT.