El Gobierno oficializó la baja temporal de retenciones para cultivos clave y la eliminación total para economías regionales hasta el 30 de junio.
La medida, destinada a fomentar el ingreso de divisas, generará un costo fiscal estimado en USD 800 millones, equivalente al 0,12% del PIB.
Los exportadores deberán liquidar el 95% de las divisas en un plazo reducido de 15 días para acceder al beneficio.
Las alícuotas de la soja se reducirán del 33% al 26%, y otros cultivos como trigo y maíz pasarán del 12% al 9,5%.
Economías regionales como azúcar, algodón y arroz ya no pagarán derechos de exportación, eliminando gravámenes residuales.
¿Por qué el Gobierno decidió bajar las retenciones al campo?
El objetivo principal es fomentar la liquidación de divisas en un contexto de reservas escasas en el Banco Central. Además, busca apoyar al sector agropecuario, que enfrenta dificultades debido a sequías, bajos precios internacionales y altos costos en dólares.
¿Cuáles son los productos alcanzados por la medida?
La baja de alícuotas beneficia a cultivos clave como la soja, el maíz, el trigo, el sorgo, la cebada y el girasol. Además, se eliminan completamente las retenciones para productos de economías regionales como azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, arroz y forestoindustria.
¿Cómo se aplicará la reducción de retenciones?
El Decreto 38/2025 establece que los exportadores deberán liquidar el 95% de las divisas provenientes de las exportaciones en un plazo de 15 días hábiles, reducido desde los 30 días habituales. Si no cumplen con esta condición, deberán pagar las alícuotas anteriores.
¿Qué impacto económico tendrá la medida?
El costo fiscal estimado es de USD 800 millones. Aunque implica menor recaudación en el corto plazo, el Gobierno espera que el adelanto de liquidaciones y el aumento de las transferencias a las provincias compensen parcialmente la pérdida.
¿Qué opinan los especialistas?
Expertos coinciden en que la medida es positiva para alentar el comercio exterior, pero advierten sobre sus riesgos fiscales y el impacto en precios internos. También destacan que las retenciones son un impuesto distorsivo que afecta la competitividad del agro.
Cómo sigue
El Gobierno enfrentará el desafío de monitorear la liquidación de divisas y garantizar el cumplimiento del decreto.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y el Banco Central estarán a cargo de supervisar estas operaciones, mientras que se espera la emisión de normas complementarias para implementar la medida.
En paralelo, el Ejecutivo deberá equilibrar el impacto fiscal con sus objetivos de superávit, en un contexto de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Para el sector agropecuario, los próximos meses serán claves para evaluar si esta política mejora su competitividad y permite proyectar inversiones de largo plazo.