Los asesinatos de nueve palestinos en Cisjordania ocupada el jueves y los de siete israelíes en Jerusalén este viernes, a lo que se agregó un ataque a tiros perpetrado hoy por un adolescente palestino de 13 años, son muestras del recrudecimiento de la violencia israelí-palestina que comenzó a manifestarse desde hace casi un año.
El año 2022 fue el más mortífero en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada (el levantamiento palestino de 2000 a 2005). En agosto pasado, 49 palestinos murieron en la Franja de Gaza durante tres días de enfrentamientos entre el ejército israelí y la Yihad Islámica.
Según una base de datos recopilados por la agencia de noticias AFP, el conflicto entre israelíes y palestinos se cobró 235 vidas en 2022, más del 80% de ellas de palestinos.
En tanto, en los primeros 28 días de 2023 ya son 39 los muertos: 32 palestinos (entre autores de ataques, combatientes y civiles) y las siete víctimas del atentado cerca de la sinagoga de Jerusalén Este, parte de la Ciudad Santa ocupada y anexada por Israel.
El siguiente, es un detalle de los hechos de violencia ocurridos a partir de marzo:
El 22 de marzo de 2022, cuatro personas murieron en un atentado en Beersheva, principal ciudad del desierto del Néguev (sur de Israel). El atacante, herido mortalmente, fue identificado como un profesor beduino ya condenado por Israel por planear viajar a Siria para unirse al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Cinco días después, dos policías murieron en un atentado reivindicado por el EI en la ciudad israelí de Hadera (norte). Y el 29 de marzo, un palestino de Ya’bad (Cisjordania) abrió fuego contra transeúntes en Bnei Brak, suburbio de Tel Aviv, matando a cinco personas.
El 7 de abril, tres personas murieron en un atentado en el centro de Tel Aviv.
A raíz de estos y otros ataques, el ejército israelí llevó a cabo en 2022 más de 2000 redadas en Cisjordania, sobre todo en las zonas de Jenín y Naplusa, bastiones de los grupos armados palestinos en el norte de este territorio ocupado por Israel desde 1967.
El 11 de mayo, la periodista estadounidense-palestina Shireen Abu Akleh, estrella de la cadena catarí Al-Jazeera, murió en una incursión militar israelí mientras cubría los enfrentamientos en Jenín.
El 25 de octubre, cinco palestinos murieron en un ataque israelí contra el grupo armado Areen al-Oussoud, en Naplusa. El 29 de noviembre, tropas israelíes asesinaron a cuatro palestinos en Cisjordania.
El 1 de agosto, las autoridades israelíes detuvieron a uno de los dirigentes de la Yihad Islámica en Cisjordania. Luego se produjo una nueva confrontación entre Israel y los combatientes de este grupo armado atrincherados en la Franja de Gaza.
El 5 de agosto, el ejército lanzó una operación presentada como «preventiva» contra la Yihad Islámica durante la cual murieron sus principales jefes militares en Gaza. El día 7 entró en vigor una tregua negociada por Egipto.
En total, 49 palestinos murieron en tres días de disparos de cohetes y misiles, en el episodio más violento del conflicto desde la guerra de mayo de 2021 entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, en el poder en Gaza.
Nueva espiral de violencia
Desde principios de 2023, el conflicto palestino-israelí se ha visto envuelto en una nueva espiral de violencia marcada por un súbito agravamiento en los últimos tres días.
El jueves pasado, nueve palestinos murieron en Jenín en una redada israelí descripta por el ejército como una operación «contra activistas islamistas» en el campo de refugiados de esta ciudad.
La ONU no había registrado un número tan elevado de víctimas mortales en una sola operación israelí en Cisjordania desde que comenzó a llevar un registro de víctimas del conflicto en 2005. Un décimo palestino fue abatido cerca de Ramallah.
La noche del mismo jueves, el ejército israelí llevó a cabo ataques contra la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de cohetes desde el microterritorio palestino.
El viernes por la noche, un palestino armado mató a siete personas cerca de una sinagoga de Jerusalén Este durante las oraciones del Shabat. El atacante fue muerto.
Este ataque, uno de los más sangrientos en Jerusalén desde hace años, fue condenado por la ONU, Estados Unidos, Francia, Turquía, Jordania y Emiratos Árabes Unidos.
Este sábado, dos personas resultaron heridas en un ataque perpetrado por un palestino de 13 años, según la policía israelí. El hecho ocurrió en el barrio palestino de Silwan, fuera de la muralla que demarca la Ciudad Vieja, en Jerusalén Este, una zona ocupada por Israel en 1967 y anexada en 1980.