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El ministro de Salud de la provincia, Antonio Buljubasich, afirmó que en Jujuy ya hay circulación comunitaria de la variante de coronavirus Ómicron, y llamó a más de 150.000 jujeños y jujeñas a completar el esquema de vacunación.
“Hoy tenemos la confirmación tanto por la evolución clínica como por los datos surgidos del Instituto Malbrán que la variante Ómicron es el virus que circula en Jujuy”, confirmó el titular de la cartera sanitaria provincial.
En declaraciones a medios locales, Buljubasich explicó que «esta es una enfermedad a raíz de un virus que cursa y se autolimita», es decir que las personas se contagian, pasan la enfermedad y se recuperan.
El ministro puso el acento en que las personas vacunadas presentan «muy pocas complicaciones”, razón por la cual manifestó su deseo de “ver filas tan largas para vacunarse como las hay para testear”, al precisar que Jujuy “se encuentra por debajo de la media nacional en relación a la vacunación».
“Hay 150.000 personas que accedieron a la primera dosis y no a la segunda”, sostuvo Buljubasich y consideró que esta situación es “inexplicable” porque “ni siquiera estamos hablando de los antivacunas, son personas que se vacunaron una vez y no se aplican la segunda dosis y otras que tienen las dos dosis, pasaron los cuatro meses, pero no se inocula con la tercera”.
Buljubasich advirtió que “tenemos que hacernos una autocrítica como sociedad porque al aplicarme la vacuna no solo me protejo yo sino a los que están alrededor mío”.
El titular de la cartera sanitaria precisó que la ocupación de camas de terapia intensiva se ubica entre el 55% y 60%, subrayó que “día a día viene subiendo» y advirtió que «la capacidad de recepción no es infinita“.
En relación a los testeos, dijo que en la provincia “nunca nos quedamos sin test”, al explicar que se “optimizó el recurso por cuanto hemos detectado un mal uso de mucha gente que lo necesita para trasladarse, por la intriga de saber si es positivo o por un temor infundado”.
En este sentido, recordó que la prioridad para la realización de los testeos son las personas con mayores riesgos, como las que padecen comorbilidades, las mayores de 60 años y las sintomáticas sin nexo epidemiológico.
