La agrupación Periodistas Argentinas presentó el informe “La cultura del acoso: punto y aparte”, en el que reúnen los testimonios de 19 mujeres que sufrieron acoso por parte de Pedro Brieger. Reclaman que el periodista y docente pida disculpas públicamente, y que se habiliten espacios para campañas de prevención del acoso laboral en los medios donde ocurrieron los hechos y jornadas específicas en las casas de estudio.
Los testimonios, que abarcan un período de 30 años, recogen las voces de colegas, alumnas y vecinas que fueron víctimas de situaciones de acoso por parte de Brieger.
La presentación del informe se realizó este martes en el Senado de la Nación. “Ustedes necesitan saber, nosotras necesitamos hablar” se planteó a lo largo de la lectura colectiva del informe.
Nancy Pazos, Agustina Kämpfer, Cynthia García, Claudia Acuña y Gisela Busaniche fueron algunas de las periodistas que protagonizaron la presentación. Entre quienes asistieron estaban la Ministra de las Mujeres Género y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz; las diputadas nacionales Mónica Macha y Paula Penacca; la diputada del Parlasur Victoria Donda. Luego llegó el senador nacional Martín Lousteau. También Larisa Kejval, directora de la carrera de Comunicación de la UBA; Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidad de CTA Autónoma; Yamile Socolovsky, secretaria de género de CTA T, y Ana Paoletti, secretaria General Adjunta de Sipreba.
“Brieger era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador”, describieron, y afirmaron: “Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión”.
Además de los testimonios, en el informe se detalla el antecedente de la periodista Agustina Kämpfer, que en 2010 expresó públicamente en un programa de televisión que Brieger era “un acosador”, pero «nadie la escuchó».
Catorce años después y a partir de una nota de Alejandro Alfie que daba cuenta de un juicio laboral que Brieger había ganado, la periodista Cecilia Guardatti comentó el posteo de esa noticia en las redes sociales denunciando su conducta acosadora. Fue a partir de ese comentario que Alfie investigó y luego publicó una serie de tuits en los que citó cinco casos de profesionales afectadas por la conducta de Brieger.
«A partir de esa publicación, se quebró el silencio», señala el informe, elaborado tras numerosas reuniones que Periodistas Argentinas mantuvo con 19 mujeres afectadas por la conducta de Brieger.
En el texto, se aclara que «no es el objetivo de este informe el escrache» sino «la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión».
«Encarna en una persona, pero también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar -continúa-. Y esto es lo primero que queremos señalar: las afectadas perdieron cosas concretas. La maquinaria abusadora además de someter, despoja».
Tras detallar los 19 testimonios, escritos en primera persona, la agrupación Periodistas Argentinas describe cómo funciona «la máquina abusadora» y plantea una serie de cuestiones relacionadas al modo en que debería abordarse la problemática del acoso en el ámbito laboral.
«En Argentina existen leyes para penalizar el acoso callejero, pero no para aquellos agravios que se producen en el ámbito laboral y académico: esa es la gran deuda que este informe pretende saldar y por eso mismo proponemos que se legisle específicamente este tipo de conductas abusivas, ya que no es lo mismo el comportamiento de un exhibicionista en la vía pública que el de un profesor o un colega en posición dominante: en estos casos existe una asimetría de poder que, además de humillar, busca despojar de algo a la víctima, infligiéndole este tipo de violencia», señala el informe.
Más adelante se admite que «las leyes en sí mismas no garantizan la erradicación del acoso» y en ese marco se exige para este caso en particular una serie de «medidas reparatorias que garanticen la erradicación de estas conductas abusivas hasta lograr trabajar y estudiar en ámbitos respetuosos de nuestra dignidad».
Entre otras, se piden campañas y jornadas de prevención y erradicación del acoso en los medios y casas de estudio donde se produjeron estos hechos, y que se habiliten «procedimientos claros y ampliamente informados para canalizar denuncias, a cargo de personas capacitadas para garantizar la no revictimización y la confidencialidad que requieren estos casos».
Finalmente, consideran «imprescindible también que Pedro Brieger pida disculpas públicas a las afectadas».