Una buena para las mamás de la Helen Keller: la justicia concedió la medida cautelar y, al menos por ahora, hasta resolver el asunto de fondo, la ministra de Educación Isolda Calsina se tiene que abstener de trasladar la Escuela Provincial de Teatro Tito Guerra al edificio donde funciona la Especial de Hipoacúsicos. El lunes próximo, el juez hará una inspección ocular en el lugar.
Justo este miércoles se cumple un mes desde que las madres de los alumnos de la Helen Keller iniciaron una permanencia en la puerta del establecimiento para evitar que se inicien los trabajos de reformas del edificio previstos por el ministerio de Educación para trasladar luego a la Tito Guerra.
Los alumnos de la Helen Keller son niños y jóvenes discapacitados auditivos, y la noticia de que tendrían que compartir el espacio con una escuela de teatro encendió las alarmas entre las madres. Además de la protesta, iniciaron un trámite legal que consistió en la presentación de una medida cautelar, que fue aceptada esta mañana por el juez contencioso administrativo Jorge Casas.
En estas semanas, diputados provinciales opositores y diversas organizaciones se solidarizaron con las madres de la Helen Keller. La situación se puso tensa cuando el gobernador Gerardo Morales, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura del 4 de abril, acusó a las propias madres de estar haciendo «un uso político de sus hijos».
Hubo en el camino una audiencia con la ministra Calsina, quien se mantuvo firme en su decisión de llevar a los estudiantes de teatro al edificio del barrio Coronel Arias.
La audiencia de esta mañana, de la que participaron representantes del ministerio y de las madres más los abogados frente al magistrado, pasó a un cuarto intermedio hasta el viernes 27. En tanto, el gobierno no puede avanzar ni un centímetro en su proyecto. Por su parte, las madres levantaron el acampe.