La decisión del Gobierno nacional de retirar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) generó un fuerte rechazo en la oposición política y sectores vinculados con la salud y la ciencia. Funcionarios y dirigentes de casi todo el arco político cuestionaron la salida del organismo internacional y reivindicaron el rol de este tipo de entidades en la coordinación de políticas sanitarias a nivel mundial. Hubo además advertencias de que esa decisión debería ser tratada por el Congreso nacional.
Con la decisión de abandonar la OMS, la administración libertaria se alineó con las decisiones de política exterior adoptadas por el flamante presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El magnate había decidido retirar al país de la entidad internacional de coordinación sanitaria hace dos semanas.
‘Extrema preocupación’
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires emitió un comunicado en el que se declaró extremadamente preocupado por la decisión de la administración de Javier Milei de salir de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un comunicado difundido por el Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak, la Provincia manifestó “su extrema preocupación por el modo arbitrario de la definición, de manera inconsulta sabiendo que las jurisdicciones somos quienes tenemos la responsabilidad primaria de la prevención, acción y cuidado de la salud de las y los habitantes de nuestro país”.
Para Buenos Aires, el Gobierno nacional se salteó un paso importante en su decisión: consultar a las provincias. Para eso, dijeron las autoridades bonaerenses, hay un ámbito de discusión: el Consejo Federal de Salud, que integran las autoridades sanitarias de todo el país.
“La OMS, es una institución rectora a nivel mundial, que nos provee de manera directa e indirecta información, capacitaciones, financiamiento y acceso a estrategias y análisis sanitarios para planificar y mejorar las políticas sanitarias basada en sobrada evidencia científica”, advirtieron a la par.
En su cuenta de X, Kreplak explicó que, a raíz de la salida de la agencia internacional, el Incucai, el Malbrán y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) perderían su estatus como centros colaboradores.
‘Un horror’
“A mí me parece que este es otro error de seguir a Trump. La Argentina es un país que recibe mucho más de la OMS de lo que le da” explicó Pablo Yedlin, diputado nacional de Unión por la Patria (UxP), al diario la Nación. “El mensaje es complejo porque [el Presidente] está diciendo “que el mundo se encargue solo; yo me voy a salvar solo. A mí me parece un horror y más siendo un país periférico como la Argentina”, agregó el legislador tucumano.
En este sentido, Yendlin, quien preside la comisión de Acción Social y Salud Pública de la cámara baja, destacó el rol de este tipo de organizaciones: “Estos organismos internacionales tienen una utilidad en un mundo globalizado. Frente a una pandemia, necesitás que los países informen la llegada de un nuevo virus y estén dispuestos a darte su base genética para que se pueda hacer un test diagnóstico, como pasó, por ejemplo con el Covid-19. Todas esas interconexiones tienen por detrás a alguna de estas agencias”.
‘Coordinación indispensable’
En la misma línea se expresó el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós: “Las políticas de coordinación sanitaria son indispensables en los períodos pandémicos que estamos viviendo”, afirmó el funcionario de gobierno de Jorge Macri en radio El Observador.
El presidente Javier Milei ya había criticado el rol de la OMS durante la pandemia de Covid-19 y, el año pasado, rechazó el acuerdo de pandemia del organismo por argumentar que podía violar la “soberanía nacional”. Para el ministro de salud porteño, sin embargo, interpretar de este modo el accionar de la entidad internacional es un error. “Más allá de cómo se llame la organización, es muy importante tener una institución de coordinación”, afirmó en la entrevista radial.
“No es una cuestión de estar en esta o en otra, sino que es necesaria la coordinación y todavía no hemos escuchado cuál es la propuesta de coordinación sanitaria que vamos a tener para adelante”, dijo Quirós.
‘Seguidismo’
Por su parte, la legisladora porteña Graciela Ocaña (Confianza Pública) reivindicó las tareas de coordinación regional e internacional de la OMS -que incluyen, también, la creación de estándares compartidos para el trabajo de los laboratorios- y aseguró que la salida del organismo no supone “ninguna ganancia” para el país.
“Me parece que hacer un seguidismo de lo que hace Trump no le genera un beneficio a la Argentina”, planteó.
‘Capacidad de respuesta’
En la misma línea se manifestó el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez: “Pertenecer a la OMS posibilita que un país forme pate de una red internacional de salud que mejora su capacidad de respuesta ante las distintas crisis que deba enfrentar, facilita el acceso a recursos médicos y promueve la cooperación para mejorar la salud pública global”.
Según detalló, con la salida de la agencia internacional, se perdería la posibilidad de recibir asistencia técnica y recursos ante emergencias sanitarias, ayuda financiera ante crisis de salud, así como también de integrar programas de investigación sobre salud pública y transmisión de enfermedades de distinto tipo.
‘Acción criminal’
Esteban Paulón, diputado nacional de Encuentro Federal y miembro de la comisión de salud, es otra de las figuras que advirtió sobre los perjuicios que genera al país la decisión de la gestión libertaria.
“La salida de la Argentina de la OMS no es otra cosa que una acción criminal por parte del gobierno de Milei. No sólo encarecerá el acceso a medicamentos, sino que nos aleja de las tecnologías y los avances”, indicó.
‘Chirolita de Trump’
En tanto, Gabriel Solano, legislador del Partido Obrero, también apuntó contra el Presidente por seguir las medidas de su par norteamericano y aseguró que la iniciativa, confirmada esta mañana por el vocero presidencial Manuel Adorni, es parte de una avanzada del Poder Ejecutivo contra la salud pública.
“Con la salida de la OMS, Milei se convierte en un chirolita total de Trump. Y ojo, forma parte de una ofensiva contra la salud pública, la privatización y cierre de hospitales nacionales como el Garrahan y el Bonaparte, el desmantelamiento de programas de VIH, el despido masivo de trabajadores del Ministerio de Salud, la reducción de programas de vacunación, entre otras medidas aberrantes de este gobierno criminal”, manifestó en X.
‘Club de amigos’
El diputado nacional Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) también cuestionó la decisión de Milei de seguir la política exterior de Trump y denunció que este es un primer síntoma de un plan gubernamental para “aislar al país del sistema internacional”. Milei nos lleva a su propio mundo: un pequeño club de amigos y líderes populistas, conducido por Trump a fuerza de látigo y aranceles. La cooperación y articulación serán solo con quienes compartan su visión, dejando a la Argentina fuera de la cooperación multilateral”, sostuvo.
Al igual que otros dirigentes políticos, además, se encargó de detallar, en sus redes sociales, los desafíos que enfrentará la Argentina tras la decisión del Ejecutivo. Según consignó, a la falta de acceso a insumos y tecnología sanitaria a menor costo, se suma la suspensión del apoyo de programas de formación de recursos humanos y el “aislamiento de los profesionales de la salud argentinos”, que se verán privados de las tomas de decisiones respecto de los estándares globales en materia de prevención de enfermedades.
El sector sanitario
La salida de la Argentina de la OMS no solo recibió el rechazo de distintos referentes del arco político opositor, sino también de representantes del sector sanitario.
Fernanda Boritti, presidenta de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), consideró que la iniciativa gubernamental “no tiene fundamento técnico alguno” y constituye un nuevo paso de la administración libertaria en su intento por limitar al máximo la intervención del Estado en la prestación de servicios de salud.
“La filosofía libertaria o anarcocapitalista que está detrás de estas decisiones es convertir el mundo en su conjunto y a nuestro país en particular en una selva donde el Estado solo sirva para garantizar la seguridad y la ganancia de los poderosos”, indicó al diario La Nación.
Y agregó: “Esta destrucción del Estado desde adentro, que implican los centenares de despidos en el Ministerio de Salud, en el Hospital Bonaparte, en el Posadas, en el Sommer y en el Instituto de Oncología, se refleja ahora en política internacional abandonando a una organización que, aún con las críticas que justamente se le puedan hacer, garantiza un piso mínimo de acuerdos a nivel internacional sobre los temas sanitarios imprescindibles en épocas de pandemias”.