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En el marco de la recepción que ofreció la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en ocasión de la visita de Alberto Fernández, una comitiva de residentes argentinos en Francia y juristas franceses se reunieron con el Presidente para manifestar su preocupación por la situación de Milagro Sala, detenida política en Jujuy desde hace casi 7 años.
Fernández reiteró su preocupación por «la extrema irregularidad del proceso llevado adelante por la justicia provincial y por el precedente que esta situación significa para el estado de derecho en la República Argentina», relataron desde el colectivo Argentinos en Francia.
El Presidente, que estuvo en Francia con motivo de la 5° Edición del Foro de París sobre la Paz, les explicó que el caso se encuentra actualmente en manos de la Corte Suprema de la Nación, que ahora debe decidir si valida o no el proceso que, plagado de irregularidades, se realizó bajo la protección del gobernador Gerardo Morales.
Me reuní con la alcaldesa @Anne_Hidalgo en el Ayuntamiento de París. Conversamos sobre los compromisos compartidos con la defensa de los DD.HH., la igualdad de género y las acciones contra el cambio climático, y nos encontramos con argentinas y argentinos que residen en Francia. pic.twitter.com/FzoMIBT1qV
— Alberto Fernández (@alferdez) November 12, 2022
El caso Milagro Sala cobró tanta relevancia entre organizaciones de derechos humanos argentinas, francesas y de otras partes del mundo, que la alcaldesa de París está considerando nombrarla «ciudadana ilustre de París» para visibilizar el apoyo internacional a su causa. Ya lo había hecho con el actual presidente electo de Brasil, Lula da Silva, cuando fue detenido víctima del lawfare en su país, lo que representó una fuerte antecedente de presión internacional.
Durante la reunión con Fernández, se comentó la reacción que están desencadenando las violaciones de los derechos humanos en Jujuy, especialmente en el seno de la Internacional Socialista (organización a la cual está afiliada la UCR) y a la cual pertenecen la alcaldesa Hidalgo y el presidente de España Pedro Sánchez, entre otras figuras políticas, que cuestionan cada vez con más fuerza el rol de Gerardo Morales en el proceso de Sala, la utilización del lawfare en Latinoamérica y la estabilidad institucional de la región.
Alberto Fernández se mostró impresionado por la cantidad de reacciones y pedidos que, desde el ámbito internacional, exigen la liberación de la dirigente jujeña, y valoró especialmente los pronunciamientos de juristas internacionales sobre este tema.
