Por Mariano Cuenca*. La alianza entre gobierno y patronales profundiza la inequidad en todo el país. Los despidos masivos y por goteo incesante ponen en riesgo el tejido social de la Argentina. La vieja historia de la escalera y el ascensor. Las negociaciones paritarias con meses de retraso que comenzaron hace unos días en el Ministerio de Trabajo de la Nación se producen en un contexto que abarca despidos masivos o por goteo, según el caso, y se sigue dejando en la calle a miles de trabajadores directos en todo el NOA, produciendo graves efectos en las poblaciones urbanas y rurales de la región con secuelas de desempleo y miseria.
El espíritu inicial de todas las organizaciones sindicales azucareras del país que decidimos negociar de manera conjunta, es como siempre el del diálogo con las autoridades y patronales, pero siempre defendiendo los intereses básicos de nuestros compañeros y compañeras que son quienes sufren las consecuencias de políticas que constituyen una agresión sin límites visibles a la calidad de vida de la mayoría de los argentinos y argentinas.
La enorme inflación, las altas tarifas de los servicios públicos, el incumplimiento reiterado de los convenios colectivos y las condiciones de trabajo, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de nuestro sector en el último año, y sumado a eso los despidos recurrentes, conforman una situación insostenible. Por ello, los porcentajes de aumentos que expusimos sobre la mesa de negociaciones son el reflejo de una crisis que nosotros no provocamos pero nos hacen padecer.
Para colmo, los intentos oficiales y patronales de suprimir nuestra búsqueda de equidad social agregan hoy un nuevo elemento: la estigmatización de las organizaciones sindicales y de sus dirigentes, buscando incluso la desaparición de los sindicatos que son herramientas legales para la legítima defensa propia de quienes vivimos de un salario.
La recordada frase con la que Juan Domingo Perón describía la realidad salarial bajo una dictadura a principios de la década del ,70, “los salarios suben por la escalera y los precios por el scensor”, se ha quedado corta en estos tiempos: los sueldos están bajo el piso y los precios de todo están por las nubes. Y los aumentos salariales que pedimos los trabajadores y trabajadoras sólo busca volver a poner los pies en la tierra.
* Secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro – Secretario regional del NOA Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA).