Hoy salimos a la calle, exigiendo justicia por Santiago

Salimos a la calle exigiendo justicia por Santiago. Porque es nuestro hermano. Porque es como nosotros. Porque queremos y tenemos que ser como él; porque como sentencia un graffitti en la pared:

En este país O sos Gendarme o sos Santiango.

Salimos en la calle porque allí estaba él cuando se lo llevaron -en la ruta- luchando por causas justas que asumía propias. Hoy nos convoca Santiago con sus incerrables ojos, con ese abrazo último que dio en la ruta, con su último pensamiento… Nos convoca él porque es nuestra bandera.

Salimos porque no queremos más represión, ni desapariciones forzadas, ni muerte. No queremos más encubrimientos. Repudiamos la obscenidad obsecuente de los medios de comunicación del poder. No queremos vivir en una aparente democracia que vuelve a utilizar los métodos de la dictadura, el lenguaje de la dictadura, las medidas económicas de la dictadura, las ideas de la dictadura.

Queremos acabar con eso de una vez, juntos y en la calle. Porque sabemos que las dictaduras, como asegura Pavlovsky “trazan una línea, y la gente común poco a poco se va acostumbrando a no atravesarla. Al final esa línea se va interiorizando como una prohibición ordenada que debe ser respetada y esa línea no afecta a la mayoría silenciosa…” pero sí afecta a este puñado revoltoso, sí afecta a todos aquellos que queremos cruzar la línea y romperla.

Demás están muchas palabras. Sólo queremos decirles a aquellos que desde televisores, micrófonos, sociedades anónimas, juzgados corruptos, sillones y demás madrigueras de poder, nos piden no politizar…

¿Por qué? ¿Acaso Santiago era un compañero despolitizado? ¿Quiénes son los que a fuerza de represión nos piden no politizar?

Pedir justicia por Santiago tiene una intrinsequedad política imposible de negar.

Santiago no estaba de vacaciones en Brasil, ni clandestino en Chile ni de compras en Europa ni en la casa de su tía (como dijeron de Julio), ni en una ciudad donde todos se parecen a él, ni con un camionero, ni lo atropelló un auto (como dijeron de Luciano).

Santiago era un militante político, ¡combatía este sistema!

Y para nosotros exigir justicia para Santiago Maldonado, también es organizarse para dar la pelea en otras luchas.

¿O vamos a cruzar los brazos frente al “reformismo permanente” que busca imponer este gobierno…?. No, no nos vamos a quedar quietos frente a la reforma laboral que quiere acabar con nuestros derechos. Ni frente a la reforma educativa que quiere reemplazar las escuelas por empresas, cierra profesorados, persigue, reprime, precariza, no paga y despide a los docentes.

Repudiamos el negacionismo, repudiamos a los funcionarios que dicen que “los demonios no eran tan demonios” y que” hay que revisar los juicios y las condenas” a los genocidas. Repudiamos la anulación de la sentencia al genocida Marengo. Exigimos la libertad de Milagro Sala, Jones Huala y todos los presos políticos.

Exigir justicia por Santiago también es combatir a un gobierno que odia a los trabajadores, que solo trae ajustes, despidos, represión, hambre y miseria.

Es repudiar el nombramiento de Etchevehere, de la Sociedad Rural que pidió represión contra los mapuches y goza de total impunidad.

Es organizarse para frenar el avance contra los abuelos y el recorte a las jubilaciones, no queremos morirnos trabajando ni pegarnos un tiro en las escaleras de ANSES.

Es pelear por los derechos y reivindicaciones de las mujeres: por educación sexual para decidir anticonceptivos para no abortar y aborto legal seguro y gratuito para no morir. Es gritar Ni una menos. Y gritar que no queremos docentes violentos ni acosadores ni femicidas como Toronconte ni en la universidad ni en ninguna parte.

Es repudiar los protocolos represivos, es declararse en contra de la discriminación y levantar las banderas de la diversidad y la libertad.

Es exigir justicia por Matías Puca, porque el silencio hace dudar de que hay quienes están interesados en dejar esa muerte en la más absoluta impunidad. ¿Acaso está involucrado el poder?

También es defender la voluntad popular movilizados y en la calle ante los intentos de fraude ordenados por Blaquier y ejecutados por Morales y sus títeres; como hizo el pueblo de Ledesma junto al Frente de Izquierda, organizaciones sociales, sindicales y organismos de derechos humanos.

Es defender al arte, la cultura, la educación artística y sus espacios de los ataques y amenazas de un gobierno de inútiles y ceos que no quieren artistas; y buscan una sociedad anónima con jóvenes que reproduzcan en serie el discurso dominante.

Es salir a la calle aunque muchos no quieran, aunque otros esperen, aunque alguien se crea con el poder de decidir cuándo sí y cuando no. Es salir a la calle codo a codo con nuestros compañeros, con una consigna que nos convoque, como hoy, que estamos aquí para exigir:

Fuera Bullrich!

¡Fuera Nocetti

justicia y verdad por Santiago Maldonado. Castigo a los responsables políticos y materiales de su muerte. Fue Gendarmería. El gobierno es responsable.

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