El paro de los trabajadores de la Aduana Nacional en todo el país afecta a la frontera argentino-boliviana, en el Puente Internacional Horacio Guzmán, donde ómnibus de pasajeros, transporte de cargas y vehículos particulares quedaron varados a la espera que se resuelva el conflicto. Solo cruzan los peatones, sin ningún control, lo que propicia el llamado «contrabando hormiga».
Los únicos que cruzan entre Villazón y La Quiaca son los turistas y los pobladores de uno y otro lado, sin ningún tipo de control, lo que seguramente incrementará el pequeño contrabando por parte de personas que aprovecharán para comprar mercaderías a buen precio.
Para la próxima semana y hasta el lunes 29, el personal afiliado al Sindicato Único de Personal de la Aduana de la República Argentina (Supara) prevé mantener la medida de fuerza con asistencia a los lugares de trabajo, pero en la modalidad «de brazos caídos”, es decir que seguirán sin hacer controles.