Caso Carretero: los acusados se echaron la culpa unos a otros

En la primera audiencia del juicio oral y público por el crimen de Carola Elina Carretero, los cinco procesados prestaron declaración indagatoria ante el Tribunal en lo Criminal Nº 2 y se acusaron mutuamente por el asesinato de la gendarme, ocurrido hace una década.

Los acusados son los gendarmes Cristian Ariel Monje (novio de la víctima), Roberto Omar González, Diego Alberto Tapia, Agustín Ángel Castillo y Mario Antonio Olivares, que están procesados de matar a la mujer y luego de encubrir el asesinato.

González, Monje y Olivares relataron ante los integrantes del tribunal su versión de los hechos, mientras que Castillo y Tapia prefirieron mantener silencio, por sugerencias de sus defensores. No obstante, el tribunal decidió que los testimonios que brindaron durante la investigación sean incorporados al juicio por lectura.

González contó que el día del crimen 5 de marzo del 2005 habían ido a bailar a Kolor Disco y que a las 6 volvió a la casa que compartía con Monje y Tapia, ubicada en la calle Marinero Zarzoso 3193 del barrio Malvinas Argentinas, lugar donde ocurrió el crimen.

En su relato, asegura que fue a su habitación, luego subió al baño para orinar y fue cuando escuchó el llanto de una joven: era Carolina, que estaba en el dormitorio de su novio. “Le pregunté qué pasaba, y ella lloraba y no me respondía», afirmó.

Dijo además que notó que la joven tenía sangre en la cabeza y que trató de ayudarla: «Le dije ‘subí a la cama’ y no recuerdo más nada, porque estaba borracho”. Lo siguiente que recuerda, asegura, fue cuando cerca de las 10.30 horas lo despertó Tapia diciéndole que Carolina se había suicidado en el baño.

Resaltó que vio a Tapia patear la puerta del baño, y que al entrar la vieron colgada del caño de la ducha con un cinto, sin ropa interior y muerta. Luego, contó, Tapia bajó corriendo y llamó al Same y a Gendarmería.

En el momento de su declaración ante el tribunal, el gendarme novio de la mujer, Cristian Monje, se desligó del hecho al afirmar que Carretero atravesaba por un difícil momento, que tenía problemas con su familia y que el noviazgo “estaba casi roto”.

Relató que ese día habló por teléfono con su novia y quedaron en verse a la noche para ir a bailar a un boliche de Alto Comedero, cita a la que él faltó al encontrarse con otros compañeros en la vivienda de Olivares. Que cerca de las 5 de la mañana se bañó y salió a la ruta en el Jama Bus de las 6.15 rumbo a Purmamarca, a prestar servicio.

A media mañana, aseguró, recibió el llamado de onzález contándole que “Caro se había quitado la vida”, por lo que regresó a a casa alrededor del mediodía, con autorización de sus superiores. Allí, la policía no le permitió ingresar al lugar del crimen.

En este punto, Monje contó que horas después escuchó un mensaje de voz en su celular proveniente del de Carolina: «Reconozco la voz de González y de Carolina, que estaba pidiendo auxilio, y le reclamo por qué la mataste”. Monje dejó en claro que quienes limpiaron la escena del crimen fueron González, Tapia y Castillo.

Monje está procesado por el delito de «participación criminal secundaria de homicidio calificado»; González, por «homicidio calificado por alevosía»; Tapia y Castillo, por «encubrimiento agravado», y Olivares por «falso testimonio».

Los gendarmes son defendidos técnicamente por los letrados Sergio Cappielo (González), Ricardo Vitellini (Monje), Joaquín Campos (Tapia y Castillo) y Marta Ramos (Olivares).

Para la jornada de este martes se prevé el testimonio de cuatro médicos del Poder Judicial y uno del Same, tres efectivos policiales y la madre de Carolina, María del Valle Lazarte.

Dada la cantidad de testigos convocados, se estima que la etapa de alegaciones se llevaría a cabo, durante la próxima semana, para después, conocerse el veredicto de los jueces del Tribunal en lo Criminal Nº 2, que esta conformado por los jueces Luis Ernesto Kamada -presidente de trámite-, Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González. El Fiscal de la sala es Gustavo Almirón y la querella es ejercida por Guillermo Vázquez y Natalia Segovia, por parte de la familia Carretero.