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Nietas y Bisnietas de las Lavanderas del Río Chico no lavan la mugre de la ropa, sino la de las cabezas

Por Erica Daniela Cari

Tienen 25 años en promedio, estudian afuera de la provincia hace 5 o 6 años, la mayoría se fue de Jujuy apenas terminó el colegio secundario. Se contactaron por redes sociales luego que estallaran las denuncias y escraches de abusos y violaciones a partir del grito unísono #MiráCómoNosPonemos de Actrices.Argentinas en apoyo a Thelma Fardin; pero entendieron que solo escuchar o leer los relatos de violencias no era suficiente para ser parte de una transformación real, apostaron a más y ayer sábado 5 de enero, estas jóvenes convocaron a un segundo encuentro (el primero se hizo el 29 de diciembre) que contó con una masiva respuesta de otras jóvenes jujeñas, pero también de mujeres de espacios feministas – independientes y partidarios – ya consolidados en la provincia.

Así la colectiva feminista «En Movimiento Jujuy» que se reunió a un lado del anfiteatro de «Las Lavanderas» en el parque lineal Xibi- Xibi definió como primera acción colectiva una «Marcha contra la violencia machista en Jujuy» a realizarse el jueves 10 de enero con concentración a las 17 horas en Plaza Belgrano. Será la primera movilización convocada por las residentas jujeñas en otras provincias.

Geovana estudia la licenciatura en Historia en Córdoba y junto a Ariana que estudia diseño industrial (las dos son mellizas) pensaron que al volver a Jujuy necesitaban congregarse con otras chicas en su misma situación. «Somos muchas las chicas que vivimos afuera y militamos en el feminismo y con mi hermana convocamos a otras para ver que les parecía hacer una asamblea. Entonces armamos un grupo de whatsapp y comenzamos a meter a chicas que sabemos que militamos o que somos feministas, a la mayoría las conocí por redes sociales en esta pelea constante con los machirulos (risas). Son las hermanas que te da el feminismo gracias a las redes». La convocatoria al primer encuentro superó las expectativas de las primeras organizadoras, Geovana, «La Melli» como la llaman sus compañeras, cuenta que a las dos horas de creado el grupo de whatsapp y ya habían casi 200 chicas agregadas.

La primera asamblea se realizó el 29 de diciembre en el mismo lugar, ese que a inicios del siglo XX era usado por las conocidas «Lavanderas del Río Chico» que mientras lavaban ropas propias y ajenas en el río, se encontraban para hablar de sus vidas, penas y sueños. Ayer ese espacio volvió a ser ocupado por las nietas y bisnietas de esas trabajadoras que quedaron retratadas en la famosa Zamba del Cuchi Leguizamón, pero “las contemporáneas” y “las pibas” no se reunieron para lavar trapos, sino a pensar colectivamente cómo lavar cabezas, como sacar la roña machista impregnada de la sociedad jujeña.

Camila estudia cine y televisión en la Universidad Nacional de Córdoba, y desde muy chiquita supo que quería estudiar algo relacionado con el arte. Hizo la primaria y parte de la secundaria en un colegio católico del cual afirma «nunca haberse sentido parte», un día logró cambiarse de escuela y ahí dice que pudo encontrar verdaderxs amigxs y encontrarse.

«Cuando me fui a Córdoba comencé toda mi transformación, porque al ser una universidad pública empecé a conocer gente de distintas clases sociales, con diferentes banderas y eso me hizo abrir muchísimo la cabeza y si bien yo pensaba que tenía la cabeza abierta ahí me di cuenta que no y que me faltaba muchísimo para aprender»

En la primer asamblea Camila cuando se presentó lloró, dice que todo esto que está pasando aquí en Jujuy la emociona mucho, y está convencida que quiere ayudar desde el arte audiovisual, junto con otres compañeres realizadores hicieron un spot para el día de la madre que se llamó «Mala madre» que se hizo viral en redes sociales. Ella quiere ser directora de cine y la pelea en un ámbito marcadamente masculinizado, dónde los puestos mejores remunerados los ocupan los varones. «Todes les que ejercemos sabemos que es un ámbito muy patriarcal. Me pasó de llevar curriculum para un puesto de fotógrafo, porque también soy fotógrafa, pero buscaban hombres y yo preguntaba porque, y me decían: – Porque tienen más fuerza para cargar los equipos de luz. Yo los miraba diciendo: – Yo en los rodajes me trepo en caños y cuelgo todo tipo de luces pesadísimas. Entonces agarré mi curriculum le dije bueno chau, y me fui. Pasa todo el tiempo que cuando me preguntan qué estudias y les digo cine, me preguntan si quiero ser actriz y les digo que no. ¡Quiero ser directora de cine!

La nueva grupa debatió desde las 17 hasta pasadas las 20, al principio escucharon a las compañeras pertenecientes a las organizaciones y agrupaciones feministas que ya existen en Jujuy y que son las que se levantan, movilizan y organizan actividades en cada marcha y en cada iniciativa popular de reivindicación de derechos, así Pan y Rosas del PTS, el Plenario de las Trabajadoras del PO, Mujeres Unidas en Lucha, El Jardín de las y les presentes, la Red de Comunicadoras Feministas, Unidad Ciudadana, entre otras, saludaron y contaron sobre sus tareas y los análisis políticos y coyunturales que hacen de la realidad de las mujeres e identidades disidentes en la provincia, porque si algo hemos aprendido las feministas a lo largo de años de lucha es a escucharnos y valorar nuestra historia, que tenemos en claro, nunca comienza de cero.

El encuentro fue intergeneracional, transversal desde lo político y partidario, disidente y heterogeneo. En cada compañera/e había una historia vivida, pero también una historia heredada. Ahí estaban presentes las hijas y las nietas, pero también estaban sin estar: las madres y las abuelas; fue mágico.

Victoria, tiene 23 años y estudia ingeniería química en la facultad de ciencias exactas de la UNC y milita en el frente de género de la organización barrial La Poderosa. «Fui feminista desde chica, desde que en la catequesis vi que el cura podía oficiar una misa pero la monja no, y le preguntaba a mi catequista y me respondía que es así y ya está», recuerda también cómo cuando recibió Educación sexual integral de un colegio privado y laico que cataloga como «totalmente influenciado por la iglesia». «Me llevaban muñequitos de fetos para hablarnos del aborto, nos decían que estábamos matando niños, me hicieron firmar un acuerdo de castidad, donde me decían que yo no iba a tener relaciones sexuales hasta el matrimonio. Ahí empecé a replantearme un montón de cosas: ¿Por qué yo tengo que reprimir mi sexualidad y el varón no? ¿Por qué soy mujer? y ahí empezó el cuestionamiento».

En pleno siglo XXI las carreras de ciencias exactas continúan siendo disciplinas en las que se descree de las capacidades de las mujeres. «Los profesores tienen todo el tiempo comentarios machistas, misóginos, expresados en frases tales como: Las mujeres no sirven para ser ingenieras y ahí entendes el rol patriarcal que tiene la mujer en esta sociedad, la mujer sirve para ser maestra, para ser madraza, cualquier rol que implique protección» comenta Victoria sobre su experiencia de vida e insiste: «Hay que romper con los roles de género y empezar a militar desde la facultad, desde el estudiantado».

¿Qué reflexiones te generan los resultados de estas dos Asambleas?

Geovana: – La mayoría de nosotras nunca antes estuvo organizada, nunca tuvimos un lugar de organización y creo que estar organizadas nos permite acompañar a los movimientos que ya están, los locales, porque como residentes afuera necesitamos acompañar a la lucha de acá, porque también está este ideario que aquí en Jujuy no existen las mujeres feministas o son pocas. No, no son pocas, somos muchas. También queremos mantenernos organizadas para dar contención a compañeras que sufran algún tipo de violencia, también poder tejer redes con otras organizaciones para hacer un colchón que sirva de ayuda. Si una piba necesita abortar, si fue violada, si tuvo o recibió acoso en la universidad o en el ámbito laboral, organizarnos entre nosotras porque estar solas en una provincia es que tu familia sean tus amigues».

Camila: – ¡Me emociona! me dan muchas ganas de juntarme con mis compañeres, que el día de mañana en una marcha de las que se hagan allá en Córdoba nos podamos juntar y decir: ¡Acá estamos las jujeñas marchando por nuestros derechos! Porque yo voy a las marchas en Córdoba, no me pierdo ninguna, pero siempre que voy, voy con muy pocas amigas de Jujuy, la mayoría son de Córdoba o de otras provincias y ver jujeñas en distintas agrupaciones también está bueno, pero ahora que estamos organizadas sé que vamos a ir a las marchas todas juntas.

Victoria: – Cuando una se descubre como feminista se da cuenta que Jujuy es bastante más conservador que otras urbes. Yo lo que note que falta aquí es diversidad, es una sociedad muy conservadora en la que te juzgan muy duro si sos diferente, sino estás en la norma. Saber que puedo volver aquí y saber que hay gente feminista, gente que no tiene miedo de levantar el pañuelo verde y decir: Yo estoy a favor del aborto sabiendo la condena social que eso implica. La idea es acompañar a las chicas que están en Jujuy, la idea es poder articular con lo que nosotras militamos en las ciudades más grandes y construir con las compañeras que se quedan.

Y el futuro. ¿Cómo lo ves?

Geovana: – Tenemos que generar nuevas matrices, nuevos moldes que empiecen a generar nuevos sentidos comunes; el sentido común te dice hoy en día que hay actitudes machistas que son normales, bueno desde estos grupos, hay que empezar a generar nuevas matrices de sentido que repercutan en la sociedad nuevamente. Desde este nuevo grupo de mujeres organizadas, la idea es comenzar a generar un nuevo sentido común.

Camila: – Movilizamos muchisimas compañeras, estuvimos muy bien organizadas, vamos a acompañarnos de ahora en más, esto es un camino de ida de acompañamiento a todas las que han sufrido algún tipo de violencia, creo que ya no nos podemos sentir solas nunca más.

Victoria: – A corto plazo no se si tengo una visión tan optimista del futuro, sobre todo en lo que respecta a leyes y el sistema jurídico y legislativo que está conformado en su mayoría por varones bastante mayores, desde ahí creo que no podemos lograr mucho hasta que lleguen las nuevas generaciones. Creo que somos las nuevas generaciones que vamos a poder ir ocupando lugares de poder y generar el cambio desde ahí. Yo lo hablaba con mi mamá, ella me decía que ella no pudo hacer el proceso que hice yo porque ella a mi edad estaba en una dictadura, a ella no la dejaban pensar. Si tenía los libros que tenía yo, ella y yo desaparecíamos. «Nosotrxs recién ahora venimos procesando lo que vos venís pensando desde que tenes 16» me dijo.

Por eso a las nuevas generaciones nos va a tocar protagonizar el cambio estructural que nos hace falta, porque el machismo es estructural, el patriarcado es estructural, está tan naturalizado, y somos las nuevas generaciones las que venimos a romper, a molestar, a decirles a las familias, a los grupos de amigos, a los legisladores: acá estamos las feministas abran un poco las cabezas. Cuando toda esta marea llegue al poder, vamos a ver los cambios y todo será más ameno, en eso estamos y no hay que aflojar.

Si querés sumarte a esta colectiva contactáte por IG a @colectivafeministajujuy o por FB @Colectiva Feminista en Movimiento Jujuy

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