Cuba propuso tratar en Washington la cuestión de los Derechos Humanos

Cuba propuso a Estados Unidos conversar la próxima semana sobre el conflictivo tema de los Derechos Humanos, en una continuación de las negociaciones entre ambos países con miras a una eventual reanudación de las relaciones bilaterales.

El subdirector de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería, Pedro Luis Pedroso Cuesta, dijo ayer en una rueda de prensa que Cuba propuso que las conversaciones tengan lugar el 31 de marzo en Washington. En Estados Unidos no hubo ninguna autoridad que confirmara su aceptación al convite cubano.

Según Pedroso, Cuba espera que «el diálogo se desarrolle en un entorno constructivo sobre bases recíprocas, sin condicionamientos, ni trato discriminatorio y en pleno respeto a la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos internos de las partes». La cuestión de los Derechos Humanos es un punto de discordia histórico entre ambas naciones, que intercambian las más duras críticas.

Cuba alega que no sólo promueve y ejecuta programas sociales como en las áreas de los derechos a la educación y la salud, ambas completamente gratuitas, sino que a la vez defiende su derecho a un modelo de partido único y elección indirecta. Estados Unidos, por su parte, acusa a Cuba de no respetar esos derechos ciudadanos y suele hacer declaraciones exigiendo libertad de asociación. «Somos conscientes de que tenemos profundas diferencias con Estados Unidos», admitió Pedroso.

Aseguró que no espera polémica sobre temas como partido único o democracia participativa versus representativa. «No creemos que la construcción de los modelos de carácter político debe ser un tema controversial, por cuanto es reconocido por la comunidad internacional el derecho de cada país a dotarse del sistema que mejor le convenga», señaló Pedroso. Una mesa de diálogo sobre esta materia había sido propuesta inicialmente por Cuba en 2014, explicó.

De manera conjunta, los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron, el 17 de diciembre, la intención de sus respectivos gobiernos de iniciar un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, apertura de embajadas y posterior restablecimiento de los nexos completos. Delegaciones de Cuba y Estados Unidos se reunieron en enero, febrero y marzo, y acordaron hacer citas de ambas partes en temas específicos como telecomunicaciones.

Tras el anuncio de diciembre, Obama flexibilizó algunas de las sanciones económicas que Washington impuso a la isla a lo largo de cinco décadas para presionar un cambio en el modelo político. Esa flexibilización se dio en torno a los permisos de viaje y la autorización para que empresas de telecomunicaciones y otros sectores operen con Cuba.