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Los técnicos rusos pudieron determinar entre el 3 y el 7 de mayo la fecha en que el carguero impactará con la Tierra, aunque todavía buscan precisar el lugar de caída.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero el miércoles pasado, poco después de su lanzamiento, cuando se situó en una órbita errónea y dejó de enviar datos.
Los técnicos rusos determinaron que el carguero giraba a gran velocidad sobre su propio eje, algo que le impide cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la Estación espacial.
El dispositivo cuenta con una masa en lanzamiento de 7.290 kilogramos, transporta cerca de 2,5 toneladas de suministros para la EEI e incluye combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los tripulantes de la Estación espacial.
Los ingenieros estimaron que la nave caería a la tierra entre el 3 y el 7 de mayo. Sin embargo, todavía intentan definir cómo lograr una caída controlada del carguero, ya que la falta de un rumbo fijo, hace que el espectro de dónde hará impacto el dispositivo sea demasiado amplio.
La trayectoria que está siguiendo el carguero puede seguirse a través de un web site que muestra el segundo a segundo, satflare.com.
Las Progress M son naves de carga no tripuladas basadas en la nave Soyuz y comenzaron a utilizarse a finales de los años 70 para llevar suministros a las estaciones Salyut.
No es la primera vez que registran accidentes. El 24 de agosto de 2011 un carguero ruso con suministros para la EEI se estrelló en Siberia, después del despegue, en lo que supuso el primer accidente de este tipo de naves en más de treinta años.
Al percance de 2011 continuó el fracaso del lanzamiento de la estación marciana Fobos-Grunt, en noviembre de 2012, que por un fallo quedó en la órbita terrestre en lugar de enfilar hacia Marte y supuso un duro revés para los planes rusos de exploración interplanetaria.
Previamente, Rusia ya había perdido el satélite de telecomunicaciones Express-AM4, además de un satélite militar geodésico y otros tres satélites que había lanzado para completar su sistema de navegación GLONASS, análogo al GPS estadounidense.
