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En el mediodía del feriado, la Organización Barrial Tupac Amaru realizó la ancestral ceremonia de agradecimiento a la Madre Tierra en su barrio, encabezada por Milagro Sala, juntos a los vecinos, representantes de pueblos originarios de toda la provincia y dirigentes del Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (FUyO).
La ceremonia fue realizada al pie de la réplica del Templo de Kalasasaya, adonde llegaron desde temprano los vecinos con platos de comida y bebidas. Cuando el Tata Inti ya estaba en su punto más alto y con un círculo formado entre los asistentes comenzó el ritual con la conducción de Mama Quilla y Alipio Cuila, amautas bolivianos que desde hace años acompañan a la Organización.
“Vamos a pedir y a agradecer con todo el corazón en este ritual para todo el mundo. Porque este pedido no es solo para nosotros, es para los hermanos del mundo. Para que podamos superar las crisis que vivimos. Tenemos que pensar en la armonía para el buen vivir. Y que no nos falte nada y que nadie quede atrás”, manifestó Alipio Cuila y con el grito de ¡Jallalla! comenzó a hacer los “pagamentos” a la madre tierra.
Para las culturas andinas, el mes de agosto tiene una importancia central pues se empieza a preparar la tierra para la siembra. Pero este año, agosto cuenta con la particularidad de tener cinco viernes, cinco sábados y cinco domingos. Es un fenómeno astronómico que lo hace más relevante aun, pues se da cada 180 años.
Milagro Sala declaró: “Nosotros nos fuimos formando del aprender a vivir y aprender para saber y le inculcamos a los niños sobre las ceremonias de nuestros antepasados y que es importante volver a recuperar nuestras costumbres. Porque estas ceremonias son parte de nuestra vida”, dijo emocionada la legisladora provincial.
Entre los sonidos de sikuris, la alegría del pim pim y las bandas de música, todo el barrio de la Organización se hizo presente para ir pasando en parejas a la boca de la Pachamama para darle su ofrenda.
Al terminar, la diputada y referente de los Pueblos Originarios, María Ester Mamaní declaró: “Este nuevo Pachakuti -ciclo- es luz, que nos ilumina a todos. Todos somos parte de todo. Y esta ceremonia ya forma parte de todos, indígenas o no indígenas. Pero es necesario que sepan que hay que hacerla con el respeto que se merece”.
