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En San Salvador de Jujuy se realizó la concentración principal de la provincia bajo la consigna #NiUnaMenos, en reclamo de políticas públicas más activas y eficientes para prevenir los femicidios y la violencia de género.
Más de ocho mil personas, pertenecientes a organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, agrupaciones universitarias y otros colectivos marcharon desde la Plaza Belgrano hacia el centro, para regresar y participar de la lectura de un documento por parte de la Multisectorial de Mujeres de Jujuy.
También hubo concentraciones en La Quiaca, Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Palpalá, Perico, San Pedro y Libertador Gral. San Martín, entre otras localidades. En la Plaza Belgrano de la capital hubo también delegaciones del interior que llegaron a sumar su reclamo y aportar sus experiencias.
Grupos de adolescentes, simples ciudadanos y ciudadanas, militantes de organizaciones sociales, políticas, sindicales y universitarias se fueron reuniendo desde temprano en la plaza. Muchas de las columnas estaban encabezadas por familiares de víctimas de femicidios, que con las imágenes de las mujeres asesinadas le pusieron rostros al reclamo. Se vio también en la movilización la presencia de funcionarios provinciales y municipales, mezclados con la gente.
Las demandas planteadas durante toda la jornada estuvieron en sintonía con la convocatoria a nivel nacional. El documento elaborado por la Multisectorial de las Mujeres de Jujuy, que se leyó a la multitud frente a la Casa de Gobierno, planteó la exigencia a los tres poderes del Estado para que se declare la emergencia en violencia sexual y doméstica en la provincia.
Tal como ocurrió en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, al caer la noche en Jujuy se iluminaron las estatuas de Lola mora que rodean la Casa de Gobierno con luces violetas, el color característico de las luchas de las mujeres.
«Las mujeres ya no agachan la cabeza»
Desde la mañana, la Organización Barrial Tupac Amaru, junto al Frente Unidos y Organizados, la Red de Organizaciones Sociales y organismos de derechos humanos, instaló carpas donde delegaciones de varias localidades expusieron la problemática y participaron de una campaña de difusión e información sobre la violencia de género.
Con el lema «No más muertes. La violencia de género es un problema de todas y todos», se repartió folletería de concientización y se realicó una radio abierta. “Basta de violencia obstétrica, basta de violencia institucional; por un Registro Nacional de Prevención y Protección para las Mujeres y por la aplicación efectiva de la ley 26485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” fueron algunas de las demandas sobre las que se trabajaron durante la jornada.
Milagro Sala reivindicó el rol de las organizaciones sociales en la contención y en la reivindicación de la mujer en general, y de aquellas que fueron víctimas de distintas formas de violencia de género. En este sentido, se refirió a una de las tantas formas de violencia contra la mujer, más sutil que la física o verbal: la económica. “En las organizaciones sociales las mujeres comenzaron a tomar un protagonismo muy fuerte. Hoy el 80 por ciento de las mujeres están dirigiendo la organización: en las cooperativas, en las fábricas, en varios lugares. Trabajan de igual a igual y esto les permite mejorar la calidad de vida”, describió.
Destacó además que en las organizaciones sociales las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. “Ya no vivimos en la época en la que las mujeres tienen que agachar la cabeza y estar esperando al marido con la comida caliente”, dijo.
También cuestionó a las fuerzas policiales que muchas veces desestiman las denuncias de víctimas. “Cuántas veces las mujeres han sufrido atropellos”, reclamó. Y advirtió: “Cuando uno se mete a hacer política, cuestionan que sea una mujer la que gobierne o la que dirija una organización social”.
