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Bonadio dispuso la intervención Los Sauces y de la sucesión de Néstor Kirchner

bonadio 07El juez federal Claudio Bonadio dispuso la intervención de la empresa hotelera Los Sauces, propiedad de la familia Kirchner. También hizo lo propio con la sucesión del ex presidente Néstor Kirchner, para lo cual removió a su hijo Máximo como administrador de los bienes hereditarios.

“Es una medida ilegal que se corresponde con una cadena de irregularidades que viene cometiendo este juez, y que obviamente será apelada como las demás”, dijo a Página/12 el abogado Carlos Beraldi, defensor de Cristina Kirchner. En tanto, en un texto que subió anoche a las redes sociales, la expresidenta consideró la nueva medida de Bonadio en su perjuicio una “violación a las más elementales normas del derecho y el sentido común”.

El juez Bonadio investiga en esta causa si a través de Los Sauces se cometieron los delitos de lavado de dinero y cohecho. Esa sociedad recibió pagos por alquileres de sus propiedades de empresas de Lázaro Báez y Cristóbal López. Por esa razón, el juez decidió por un lado intervenir Los Sauces por seis meses para que se “informe toda transferencia, pago efectuado o recibido entre esa y sus socios”, entre los que aparecen la expresidenta y sus hijos. Pero, además, también pondrá “interventores informantes” en todas las firmas vinculadas a Báez y a los grupos Indalo e Indalo Media de Cristóbal López.

Ese último punto es particularmente insólito. Indalo Media es propietaria de Radio 10, C5N y otros medios cuya línea editorial es crítica respecto del gobierno de Mauricio Macri. Esos medios no tienen nada que ver con la causa que se investiga y ahora Bonadio recibirá información de primera mano sobre lo que ocurre allí adentro.

Para la defensa de CFK, “hay intencionalidad política que se conecta con lo que resolvió el juez al sobreseer a todos los funcionarios del gobierno en la causa por el dólar futuro”. La referencia de Beraldi es a la resolución de Bonadio del miércoles en la causa donde tiene procesados a Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Alejandro Vanoli mientras que sobreseyó a todos los funcionarios macristas que se beneficiaron con la operatoria.

En cuanto a los alcances concretos de la resolución de ayer, Beraldi explicó que implica despojar a la familia Kirchner de la administración de Los Sauces, “que es una sociedad familiar que les daba sus ingresos”. En cambio, respecto de la sucesión, el abogado consideró que desplazar al administrador podría parecer un perjuicio más simbólico, porque el trámite sucesorio está terminado y los bienes ya han sido asignados. Sin embargo, Máximo Kirchner fue designado para esa tarea por la justicia.

Por otra parte, los Kirchner tienen pendiente el pago de una serie de impuestos pero no pudieron concretarlo porque el juez bloqueó sus cuentas. Esa decisión está apelada ante la Cámara desde hace tres meses, y la audiencia sería el día 20 de diciembre. “Es una medida deliberada para perjudicarlos, para causar daño, no pueden disponer de la sucesión ni para pagar a la AFIP, es una resolución que no tiene nada que ver con la causa penal”, se lamentó Beraldi, quien apelará ante la Sala I y espera que sus camaristas resuelvan el asunto lo antes posible.

Bonadio sostiene que en la causa de Los Sauces habría comprobado operaciones en las que se mezclaban las sociedades, en las que las mismas personas aparecían en diferentes estructuras jurídicas que interactuaban entre sí. Asegura que también detectó transferencias entre Los Sauces y la sucesión sin que existiera una justificación desde el punto de vista comercial o financiero, y por eso decidió las intervenciones.

“Hoy Bonadio en un nuevo capítulo de lo que ya constituye una clara e inocultable maniobra dirigida desde lo más alto de los poderes del Estado contra mi persona, la de mi marido fallecido y la de nuestros dos hijos (al mejor estilo de la dictadura) ordena intervenir la sucesión de Néstor Kirchner (la que se encuentra finalizada) y la sociedad familiar”, escribió anoche CFK. Destacó que “todo el patrimonio familiar no sólo es legítimo, sino que puede seguirse desde su origen en todas y cada una de las declaraciones juradas que hemos presentado desde el año 1995 en mi carácter de senadora nacional y a partir del año 2003 en mi carácter de cónyuge primero, y de presidenta después”.

Cristina Kirchner consideró que la “maniobra de persecución en la que Bonadio es sólo un engranaje, alcanza a cualquier persona física o jurídica que haya tenido cualquier tipo de vinculación con nuestra familia”. Por último, destacó que la inexplicable intervención a medios de comunicación que no tienen relación con la causa “son contra la libertad de expresión en un país donde la situación económica y social está adquiriendo ribetes de catástrofe”.

Página/12

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